Joaquín Negrete Ortiz: “El Zafirón
En el año escolar de 1965-1966, cursábamos el último año de primaria, entre otros, y a quienes nos gustaba el futbol, Javier Corona Valencia, Miguel Sevilla Romero y quien esto escribe, en el Colegio Vasco de Quiroga de Varones, dirigido por Don Leopoldo Torres. El horario escolar era entonces de 9 a 12 horas y de las 3 a las 5 de la tarde, horario discontinuo, que nos permitía trasladarnos a nuestros hogares a comer y regresar a cumplir con las actividades académicas por la tarde.
La inquietud manifiesta a los 10 o 12 años era caldo de cultivo para las travesuras cotidianas y para las innumerables quejas que recibían nuestros padres, lo que en muchas ocasiones nos llevó a castigos físicos en nuestros hogares y en la escuela misma.
Estoy convencido y cuando menos varios de aquellos actores viven, que esa fue la razón de que la famosa Doña Alicia, la de los “Chocomiles” del Mercado del Carmen, indujera a su hijo Alberto Corona, a organizar un equipo de futbol infantil al que por causas obvias se le llamó “Vasco De Gama”. La liga a la que se afilió el equipo fue a la del ya para entonces famosísimo Joaquín Negrete Ortiz, a quien con cariño, aunque él sigue recibiendo el apodo como un insulto, le llamábamos “El Zafirón”.
En aquella categoría y en aquella liga nos coronamos campeones y nos llevamos además el trofeo del goleador. Tres años después, jugué en el equipo “Corsario”, dirigido por el que fuera gran jugador del glorioso Zamora y después con el Atlante, del coronel García Valseca de la liga municipal de futbol, José Valdés Zoque. Por esos años, los equipos que por no tener la edad requerida para jugar en la categoría juvenil, nos invitaban a que los reforzáramos en la liga del “Zafirón”, sabiendo de antemano que hacíamos trampa con aquella actitud.
Al paso de los años y con la carga de una moral de la memoria a cuestas, puedo decir que la actividad futbolística de Joaquín Negrete Ortiz ha sido trascendente para el municipio y, cuando menos, también para el vecino de Jacona, ya que por aquellos años ni soñábamos con las escuelas de futbol que ahora pululan por doquier. Joaquín es originario de Ecuandureo y en su haber cuenta con una actividad organizativa de su liga por más de 55 años. El inicio de su liga, me la narró a principios del presente siglo, de la siguiente manera: “Cuando llegamos de Ecuandureo con mi familia, yo venía chico, mi mamá vendía ropa aquí afuera (Joaquín vive en la calle Lerdo de Tejada, poniente, frente al costado sur del mercado del Carmen); a ella le compraban las playeras los jugadores; yo sembraba maíz y contrataba chiquillos para que me ayudaran, en una ocasión me llevé a algunos con el Padre José Vargas, que estaba como párroco aquí en el Carmen, para que los metiera en el equipo que él tenía. Yo jugaba en el equipo ‘Unión Católica Mexicana’, y jugábamos partidos amistosos con otros barrios. Por ser yo a quien más conocían, venían conmigo quienes querían formar parte del equipo, así surgió la idea de formar mi propia liga y así fue como empecé…
…Roberto Guerrero Ayala me apoyó a formar la primera Liga Infantil-Juvenil de Zamora, entrenábamos en las canchas que me prestaban en el Fraccionamiento Ramírez, cuando éste se inició. Poco a poco fue creciendo mi liga y ahora con orgullo puedo decir que he llegado a registrar hasta 12 equipos de 15 elementos”.
Sin embargo y a pesar de que la liga crecía y los campos eran los únicos que daban cobijo a cientos de pequeños zamoranos amantes del futbol, el apoyo de los campos le fue retirado.
Hoy, Joaquín recuerda con agrado que “formé parte del equipo ‘Marte de Ario de Rayón y del Vasco de Gama’, ambos llegaron a tener reconocimiento como buenos equipos de futbol, hace ya décadas…”
Recordó que en el año de 1999, en el Club La Hacienda le otorgaron un reconocimiento por su valiosa labor en beneficio de la niñez y del deporte zamorano. Recordando a Joaquín, no puedo menos que decir que los recuerdos son una dimensión central de la vida individual y social.
