Sergio Díaz Vázquez “El Niño” Porrista del equipo Zamora y Técnico de Futbol Infantil
¿Recuerda usted a este ícono del centro de nuestra ciudad?
Es Sergio Díaz Vázquez, “El niño”
A Sergio se le podía ver cotidianamente en su lugar de trabajo: la plaza principal de nuestra ciudad, en donde se dedicaba a bolear zapatos. Sergio había realizado algunas otras actividades laborales, por ejemplo, lo recordamos hace aproximadamente treinta años cuando se dedicaba a alquilar “comics” (revistas de monitos) y él lo comenta con orgullo: “Los chiquillos me solicitaban mucho Kalimán, Memín Pinguín, El Valiente y Juan Sin Miedo, yo le hacía la competencia a Doña Cuca, la señora que alquilaba cuentos afuera del parque infantil del Carmen”.
Sergio, a quien apodan “El Niño” nació con parálisis, discapacidad que en nada le altera su pasión: el futbol. Hace ya varios años, Sergio asistía de manera regular a la Unidad Deportiva de esta ciudad y se solazaba observando el trabajo que realizaba el profesor Jorge Ríos con sus jugadores del equipo “Jalisco”; al observar el profesor el deseo de Sergio de participar, lo invitó a que se convirtiera en su asistente, Sergio aceptó de inmediato y gustoso. Así, Sergio Díaz Vázquez “El Niño” se convirtió en técnico de equipos de futbol infantil.
Después de ganarse la vida alquilando “cuentos”, varios de los boleros de la plaza principal lo invitaron a que trabajara con ellos; Sergio comenta con tristeza que algunos de los boleros se opusieron a que él laborara ahí, pero recuerda con agrado que el Dr. Carlos Negrete Mora lo ayudó en ese difícil momento.
Estando en nuestra ciudad, a Sergio lo buscaba su clientela “cautiva”; sobre todo aquellos que comentaban con él las acciones más candentes del futbol, tanto del internacional como del nacional, pero la pasión se desbordaba cuando se hablaba de futbol amateur, del futbol infantil local del que Sergio estaba enamorado.
Nos comentaba que empezó con un equipo de la comunidad de “El Cerrito de Ortiz”, orgullosamente nos decía que él lo formó y nos explicó cómo sufrió para la compra de los implementos deportivos: camisetas, calzoncillos, medias y zapatos de futbol. Tuvo que participar la comunidad –con un 50%- para que el equipo local tuviera uniformes y Sergio se dio a la tarea de buscar patrocinadores para completar el costo de uniformes y algunos balones. Pero la satisfacción para la comunidad –pero en especial para Sergio- fue que el equipo logró en la primera temporada un tercer lugar.
Posteriormente, “El Niño” inició la formación el equipo “El Porvenir”, equipo al que Sergio quería de una manera muy especial. La experiencia lograda con el equipo “El Cerrito” hizo que Sergio tocara puertas entre empresarios locales y aficionados al futbol para lograr que “El Porvenir” participara dignamente en el torneo local; así, habló con José María Quiroz y Arturo Vega, quienes le apoyaron de manera total para que Sergio lograra su objetivo. Y vaya que lo logró; sus jugadores lograron el segundo lugar: un subcampeonato en la primera ocasión que Sergio actuaba como técnico.
De las grandes satisfacciones de Sergio “El Niño” es que de los equipos que él entrenó salieron jugadores profesionales: Luis Miguel Téllez, Gildardo Velázquez “El Kilos” y José Antonio Saavedra; todos ellos jugaron en el equipo Zamora de la tercera división profesional.
Otra de las virtudes de “El Niño” fue la de haberse entregado por años a ser porrista del equipo Zamora; nos comentò que “desde que recuerdo he sido porrista del Zamora. Recuerdo por ejemplo a “Nico” (q.e.p.d), aquél que dirigía la porra del Zamora en segunda división cuando el equipo estuvo a punto de ascender a la primera división jugando contra el Curtidores”. A cambio “El Niño” recibió un reconocimiento como porrista por parte de Gonzalo Cacho, dueño del “Cachorros Zamora”. Nuestra página es pequeña y se nos quedan anécdotas del porrita zamorano en la cartera, como aquella cuando a punto estuvieron de morir porque el camión que los llevó a México se quedó sin frenos, “El Niño” dice que fue un milagro de la Guadalupana lo que los salvó, puesto que acaban de visitarla en la Basílica.