DE LA CRISTIADA
asi representamos la cristiada en el museo, ven y te la explicamos
El desencuentro entre el Estado mexicano y la Iglesia, ocurrido entre 1926 y 1929 y conocido como “la cristiada”; tuvo en nuestra ciudad episodios delicados que lastimaron a unos y a otros de los que participaron en los bandos participantes. Desde la constitución de 1857 que, a diferencia de la de 1824 que señalaba a la religión católica como oficial y única; molestó a los conservadores mexicanos; fue el principio del desencuentro citado y que se convertiría en una pugna armada.
Sin embargo es hasta la segunda década en el siglo XX cuando el rencor acumulado entre las dos posiciones estalla y el móvil es la expulsión de Enrique Filipi, delegado apostólico en el país; el suceso ocurre durante el tramo final del gobierno de Álvaro Obregón, manifestándose en contra de la expulsión la población zamorana.
Ya en el gobierno de Plutarco Elías Calles se profundizan las diferencias, estallando un movimiento que pretende ser resuelto a través de las armas. En nuestra ciudad, tradicionalmente católica y a pesar de que los ánimos se exaltaron, se llegó a una serie de acuerdos y a valores entendidos, lo que permitió, en forma posterior, aunque paulatinamente, subsanar las diferencias y entrar a un proceso de respeto a la diversidad de creencias religiosas.
En 1929 y siendo presidente municipal don Adolfo Gómez, la Junta Vecinal encargada de las iglesias de la localidad le gira una carta solicitando la práctica de culto en los templos que las autoridades aún no habían regresado a los sacerdotes; contestándoles éste, que no existía inconveniente de acuerdo a las instrucciones recibidas de parte del Gobierno del Estado.
Encontramos en ambas misivas y guardando las formas, un elemento de entendimiento en el que todos quedaran satisfechos. Nietos de los componentes de la junta vecinal habitan aún en esta ciudad.
“Ciudadano
Presidente Municipal
Presente.-
Teniendo conocimiento los suscritos que esa Presidencia Municipal ha recibido instrucciones de permitir que se practiquen actos de culto en los Templos que aun no han sido entregados a los Sacerdotes, muy atentamente nos permitimos suplicarle sea servido informarnos sobre el particular, pues dado nuestro carácter de componentes de la Junta Vecinal encargada de dichos templos, nos interesa saberlo.-
Aprovechamos esta oportunidad para protestarle las seguridades de nuestra distinguida consideración.-
Zamora, Michoacán. A 28 de Dbre. De 1929.- Firman: Fidel Navarrete, David González, J. Ascención Ruíz, Adolfo Guerrero y Arcadio Dávalos” (Archivo Municipal de Zamora. “Arturo Rodríguez Zetina”. Caja 59. Expediente 4).
La contestación se da en los siguientes términos:
“Asunto:- Informa permítese ejercer actos de culto en templos existen poder esa junta.
CC. Fidel Navarrete, David González, J. Ascención Ruíz, Adolfo Guerrero y Arcadio Dávalos.
Junta Vecinal Encargada De los Templos de este Municipio. Presentes.
Resolviendo la consulta que se sirven Ustedes hacer a esta Presidencia Municipal por medio de su atenta comunicación de esta fecha, a continuación me permito insertar mensaje que con fecha 11 del corriente mes dirigido a esta Presidencia el Gobierno del Estado:
“Gob. Nº 1179.- Por acuerdo C. Gobernador manifiéstole que sacerdotes autorizados para ejercer su Ministerio ese lugar pueden oficiar en Templos Santuario Guadalupe y El Carmen, quedando estos en poder Juntas Vecinales respectivamente.- Atte. Ofl. Mayor. Lic. Gabino Vázquez”.
Que inserto a ustedes para su conocimiento y en debida respuesta; reiterándoles las seguridades de mis consideraciones,
Sufragio Efectivo. No Reelección.- Zamora, Mich., 30 de Diciembbre de 1929. El Presidente Municipal. Rúbrica. Adolfo Gómez” (Ídem).