PANTEÓN MUNICIPAL.
Corría el inicio del año de 1930, las autoridades municipales de nuestra ciudad transitaba poco a poco a dotar a la población de aquel tiempo, de los servicios básicos como el agua potable, el drenaje y la apertura de más rúas de comunicación, como hemos venido viendo en entregas anteriores.
Uno de los servicios que requería prioridad, ya que desde las leyes de Reforma se habían cancelado los cementerios en las iglesias, era el panteón municipal, aquel que se situaba hacia el poniente de la ciudad, justo en la parte posterior del Mercado del Carmen, donde se habían sepultado cientos de zamoranos fallecidos a causa del “cólera morbus”; sitio que ya era ícono por aquello de las famosas tiendas como “el paso preciso”; “el control” y “el descontrol”.
Recién tomó posesión como presidente municipal, don Adolfo Gómez externó su preocupación al respecto y así lo hizo saber desde la primera reunión de cabildo: “Sesión número 1 uno…Sesión ordinaria del jueves 9 del mes de enero de 1930…Presidencia del ciudadano Adolfo Gómez…A continuación el señor presidente puso en conocimiento del ayuntamiento las condiciones anormales y antihigiénicas en que se encuentra actualmente el Panteón Municipal, proponiéndose la conveniencia de proyectar su cambio a un lugar apropiado y distante de la población, a fin de evitar la posible propagación de enfermedades contagiosas, tanto más, en cuanto que ya ese cementerio no tiene capacidad para que se inhumen más cadáveres. Que para arbitrarse fondos y llevar a la práctica este proyecto, proponía se solicitara del Honorable Congreso del Estado, la autorización necesaria para vender las fincas que posee este ayuntamiento en las calles de Colón y Dr. Verduzco respectivamente, de esta localidad, así como el terreno que existe ubicado hacia el poniente de la población; debiendo tomarse en consideración para ello que esos inmuebles ningún producto pecuniario proporcionan a la Tesorería Municipal, por las malas condiciones de conservación en que se encuentran, razón por lo cual no hay inquilinos que los quieran ocupar, ni el Municipio tiene posibilidad de repararlos por lo costoso de éstas. Esta proposición fue aceptada en todas sus partes por los señores munícipes, y se dispuso que desde luego se giraran los recados del caso para que en cuanto antes se obtenga esa autorización y se ponga en práctica el proyecto de que se trata…”. Las casas a que se hacen mención habían sido rentadas a la sociedad Rocha y Valdés; es decir a dos de los personajes que venidos del Valle de Guadalupe hicieran fortuna en nuestra ciudad: Don Pedro Rocha Escobar y don Heraclio Valdés Escobar.
La respuesta a la solicitud del cabildo zamorano tardó poco más de dos meses en llegar y de inmediato se citó a junta de cabildo, donde se dio lectura del oficio de autorización para vender las casas antes citadas y el terreno que se había adquirido para basurero “…A las 17 horas y 30 minutos del día 10 de marzo de 1930… A continuación la Secretaría dio cuenta con la correspondencia que sigue: Oficio de la Secretaría del H. Congreso del Estado, participando que la Cámara tuvo a bien autorizar a este Ayuntamiento para enajenar y dedicar su importe al cambio del Panteón Municipal, las fincas urbanas número 64 y 211 de las calles de Colón y Doctor Verduzco de esta ciudad, así como el predio rústico que esta corporación municipal había adquirido para destinarlo a basurero. Enterado, hágase la convocatoria respectiva que se publicará en el periódico local “Evolución” y oportunamente se autorizará al señor Síndico para que en nombre de este Ayuntamiento entregue las escrituras correspondientes. Con otro oficio de la misma procedencia que el anterior otorgando la misma autorización, para vender al mejor postor el terreno que sirvió anteriormente para Panteón Municipal en el pueblo de Atacheo de esta jurisdicción, dedicando su producto íntegro a la reconstrucción de la plaza principal de dicho pueblo…”
Lanzada ya la convocatoria solicitando postores para la venta de las propiedades antes citadas, se sucedieron las siguientes reuniones de cabildo para informar a los munícipes, cómo iba caminando el asunto del nuevo panteón municipal: “Número 3 tres…Sección extraordinaria del jueves 27 de marzo de 1930…Presidencia del ciudadano Adolfo Gómez… Luego la propia Secretaría dio cuenta del contenido del acta que se levantó en la Presidencia Municipal de esta cabecera el día 21 de los corrientes, con motivo de haber sido en esa fecha la señalada en la convocatoria respectiva para que se presentaran postores para la venta del terreno que corresponde a la propiedad de este Ayuntamiento y que está situado a inmediaciones del abasto de esta ciudad, habiendo comparecido únicamente el señor José Cruz Barriga como postor y ofreció la suma de $ 3,100.00 Tres mil cien pesos al contado neto plata mexicana. En vista de no haberse presentado mejores postores, se acordó fincar la venta del predio de que se trata, en favor del expresado señor José Cruz Barriga por la cantidad que queda indicada y en la forma propuesta, a cuyo fin se autoriza al ciudadano Síndico de este Ayuntamiento Licenciado Arturo Rodríguez Zetina, para que se presente ante la notaría del señor licenciado Manuel Vargas del Río y a nombre y representación del H. Ayuntamiento de esta cabecera, otorgue la escritura respectiva a favor del repetido señor José Cruz Barriga…”
“Número 7 siete…Sesión ordinaria del viernes 25 del mes de abril del año de 1930…Presidencia del ciudadano Adolfo Gómez… Ocurso del señor Rafael Estrada del 19 del corriente mes, solicitando en arrendamiento el predio que adquirió este Ayuntamiento en el rancho de Valencia para cambiar el Panteón entre tanto éste se establece con objeto de utilizarlo en sembradíos.- Dígasele que no es posible atender su pretensión en virtud de que en la escritura de compra-venta del mismo existe una cláusula que imposibilita a la corporación municipal para hacer esa clase de concesiones…”
“Número 11…Sesión ordinaria del viernes 6 seis del mes de junio del año de 1930… Presidencia del ciudadano Adolfo Gómez… Sin haber postores para la venta de las casas de Dr. Verduzco y Colón del municipio que en ese estado las casas se presentó el señor Francisco Ramírez Pérez ofreciendo comprar la finca que se trata en la suma de $2,000.00 Dos mil pesos al contado. Que este hecho lo ponía en conocimiento del Ayuntamiento para que dispusiera lo conveniente… Se aceptó…”
“Sesión 12 del viernes 13 de Junio… El señor José Luis Campos M. compra la casa de Dr. Verduzco en $ 155.00 Ciento cincuenta y cinco pesos…”
Después de todo un año de gestiones, venta de casas y terreno, se logró la construcción e inauguración del Nuevo Panteón Municipal, donde sería enterrado el primer cuerpo al día siguiente de su inauguración, tocándole el privilegio a una meretriz de nombre Rosa y apodada “La Mascota”. Cinco días antes de su inauguración se acordó en el cabildo, lo siguiente: “Número 24… Sesión ordinaria del 26 de diciembre de 1930… Presidencia del ciudadano Adolfo Gómez… A continuación el ciudadano Presidente Municipal hace uso de la palabra para exponer a la asamblea que, estando por terminarse a la fecha los trabajos de construcción del nuevo Panteón Municipal de esta ciudad y siendo su deseo que aquel cementerio se abriera al servicio del público a partir del primero de enero próximo, se permitía proponer que la inauguración del campo mortuorio se verifique el día 31 treinta y uno de este mes. Se puso a debate la moción del C. Presidente Municipal y después de algunas discusiones se llegó al acuerdo de que se inaugurase el expresado cementerio en la fecha que propone el señor presidente, fijándose para el acto las 16 horas del día último del mes y año corrientes. A continuación hizo uso de la palabra el C. Lic. Arturo Rodríguez Zetina síndico de la corporación municipal, para exponer ante la misma la conveniencia de colocar en la parte exterior de la fachada del cementerio que se inaugurará, una placa conmemorativa que contenga la siguiente inscripción: “Ayuntamiento de 1930”, la proposición del C. Rodríguez Zetina fue aplaudida por la corporación y aprobada por unanimidad de votos, disponiéndose con toda oportunidad se mande hacer la placa referida…” (Archivo Municipal de Zamora. “Lic. Arturo Rodríguez Zetina”. Libro de Actas de Cabildo)
FACHADA DEL PANTEÓN MUNICIPAL